Los 5 temas hacia los que llamaría la atención, se viculan a la subjetividad educativa y los comparto a continuación con ustedes, agregando una breve argumentación para cada uno, he aquí el tercero:
¿Enseñanza justa o justiciera?
Con enseñanza justa me refiero a la ética profesional que debe imperar por parte del educador para asumir su compromiso con equidad y ecuanimidad, manteniéndose continuamente atento a sus actitudes y expresiones, procurando ser un ejemplo para sus educandos.
Por otro lado, con enseñanza justiciera me refiero a la posibilidad de generar en los estudiantes una percepción fundada en la conciencia crítica que les permita observar para actuar y superar las injusticias sociales a las que se encuentran frecuentemente sometidos, muchas veces sin siquiera darse cuenta.
Establecida la diferencia entre uno y otro tipo de enseñanza dejo la pregunta en el aire intentando generar un debate sobre los límites y propósitos de enseñar a alguien, me perece que sería útil reflexionar y compartir posturas en cuanto a lo que nos deberíamos proponer, ya sea considerando nuestras distintas disciplinas y asignaturas o las necesidades y posibilidades de aquellos que son la razón de nuestros esfuerzos.
Tras lo cual parece una pregunta fácil de contestar si los propósitos de la educación se ciñen a la transmisión de conocimientos aplicables en subsecuentes niveles educativos que esperan verse concluidos en una licenciatura o mejor aun en un posgrado, pero si consideramos que el objetivo de la educación puede verse como la instrumentación de herramientas epistemológicas, que denominamos competencias, para enfrentar el acontecer cotidiano de los educandos con elementos teórico prácticos que les sirvan al resolver cualquier tipo de reto o problema, la cosa no está fácil.
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