Los 5 temas hacia los que llamaría la atención, se viculan a la subjetividad educativa y los comparto a continuación con ustedes, agregando una breve argumentación para cada uno, he aquí el primero:
La Docencia como Diversión.
Si uno de los propósitos de las estrategias centradas en el estudiante es generar en los docentes la capacidad de modificar hábitos pasivos para sí mismos y para sus estudiantes, me parece crucial que quienes nos encargaremos de transferir la iniciativa y fuerza de voluntad cooperativa, seamos capaces, por principio, de disfrutar lo que hacemos.
Si nosotros como maestros nos aburrimos de los programas, de las limitaciones teóricas y prácticas, académicas o administrativas, o peor aun, de nuestros propios ejercicios escolares, ¿cómo esperamos mejorar las cosas?
Enseñar o mejor aun, promover el aprendizaje, incluso lidiar con la burocracia educativa, podría ser divertido si cada uno nos enfocamos en crear nuestros particulares y auténticos estilos laborales y docentes, que nos alentaran a cumplir nuestras responsabilidades con mayor eficacia gracias a que la motivación provendría desde una activación lúdica propia, marcando una pauta de esparcimiento dentro de lo que el paradigma convencional indica como rutinario: El Trabajo.
Me parece importante que se pueda reflexionar sobre cómo y para qué hacer de nuestra labor una diversión, sin demeritar el compromiso, al contrario, revalorándolo.
No se trata de ser chistoso o interesante, se trata de regular nuestras perspectivas para mantener estados de ánimo positivos, y así mantenernos convencidos de la trascendencia de nuestra función social a través de la irreverencia hacia sus apariencias.
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